Juma Lodge

Hola Ricardo:

Aunque tarde te adjunto mis impresiones sobre el Juma.

Un saludo.
Javier
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Nos encantó ir al Juma Lodge, posiblemente sea uno de los mejores recuerdos que nos hemos traído a Euskadi de nuestro viaje a Brasil.

La verdad es que agradecemos a Ricardo de Viverde que nos recomendara tener en cuenta este lugar, dinero bien gastado sin duda. En las 4 noches que pasamos tuvimos mucha suerte y experimentamos cantidad de cosas nuevas. Recuerdo que vimos animales salvajes y domesticados de lo más variado (guacamayos, ararás, loros, yacarés, serpientes, tapires, delfines, monos, perezosos, pirañas, tarántulas…), una tarde de lluvias torrenciales amazónicas (muy fuerte), además de pasar una divertidísma tarde con Pedro, líder de los moora, donde tiramos con cerbatana, arco e hicimos más cosas que no cuento para el día que vayáis. Eso sí si podéis ir al juma os recomiendo julio, cuando las aguas están altas hacedlo pues el paisaje es increíble, no hay mosquitos además.

La plantilla era muy amable y sonriente; al igual que la araña de nuestra habitación; la comida abundante y sabrosa, sobre todo las frutas, el tambaquí y el pirarucú (pescados fantásticos) y las bebidas en el bar con los precios del mercado brasileño (en las comidas el agua, té y café son gratis).

Las actividades son sin duda un tanto relajadas para un joven revolucionado occidental, pero hubo que adaptarse, descansar y aprovechar para contemplar el fascinante entorno día y noche desde una hamaca, en las chozas, desde las butacas del bar, tomando un coco en el embarcadero, o bien ya desde una lancha apenado porque se acabó la aventura y regresas a casa.

Todo tiene sus peros, mas en el río Juma el buen recuerdo nos prevalece ante cualquier adversidad.

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