Hotel Tropical / Yate Tucano

Hola Ricardo, como estas? Con respecto al Tropical Manaus, las habitaciones “superiores” dejan mucho que desear en comparación con las habitaciones “normales” remodeladas, tuvimos que pedir el cambio de habitación. En este caso el sistema informático es un desastre, ya que en recepción no sabían si las habitaciones tenían una o dos camas. Con respecto al servicio de Internet, en ningún lugar dice cuando se realiza la conexión que sólo se puede utilizar el dispositivo con el que se realiza la primer conexión (es decir si me conecto con un smartphone, me tendré que seguir conectando con el mismo dispositivo, ya que sólo es una clave persona por habitación) asimismo el servicio es demasiado caro (R$18 x 24hs) para la pésima velocidad ya que para que cargara Google por ejemplo, tomaba entre 3 y 4 minutos, sumado a que sólo había señal en el lobby y muy poca en las primeras habitaciones. Los servicios de Buffet, salvo el del desayuno, espantosos, muy poca variedad de comidas, muy malas presentaciones y muy caros los precios. Las tiendas que hay alrededor del hotel también tienen precios excesivamente caros en relación con iguales objetos en Manaus centro o Malls.
Con respecto al Yate Tucano, el personal del Yate (tripulación y guías), es increiblemente amable, predispuesto, habilidoso y se nota que ama su trabajo. Con respecto al Yate en sí, está en pésimas condiciones, ya que habían filtraciones de agua y goteras en todos los espacios (habitaciones y comedor) en el comedor la tripulación ponía envases para las goteras, y en las habitaciones, había que limpiarlas a tal punto que uno de nuestros matrimonios amigos tuvo que desembarcar una noche antes ya que la cama estaba toda mojada por la gotera que tenía encima. Por otro lado, creo que debo mencionar el tema de que sólo hay agua caliente media hora al día y si hay caminata, situación que no estaba mencionada en ningún lado, y que el aire acondicionado como la electricidad están limitadas a horarios predispuestos por la tripulación, cosa que en los momentos en los que no tenía ganas de ir a una excursión debía cocinarme en el interior del barco o ser invadida por los bichos y mosquitos en la cubierta exterior. Con respecto a la comida a pesar de que Vilma cocina excelentemente bien, la comida era insuficiente y había que estarse midiendo para que alcanzara para todos los pasajeros sin mencionar que la tripulación debía comer del mismo lugar; no sólo la cantidad sino que la variedad de la comida era bastante limitada. Con respecto al mantenimiento de la habitación, la última noche, se me cayó en la cabecera de la cama la lámpara que estaba arriba (sin vidrio de protección y llena de telas de araña), en ese momento yo estaba acostada en la cama y por 10cms no se me cayó en la cabeza, también se cayó el panel del control del aire acondicionado, el cual el técnico, tras repararlo porque tampoco funcionaba bien, dejó pegado con una cinta aisladora que no soportó el peso y cayó. Para la conclusión de este viaje, contamos con la presencia del dueño abordo, quien se tomó la molestia de redactar un interesante discurso digno de un político y atribuirle todos los problemas mencionados al “ecoturismo”, sin mencionar la “obligatoriedad” de dejarle propina a la tripulación y guías y la sugerencia del monto, supera la propina dejada en cualquier otro crucero; por lo que como conclusión: creo que es demasiado caro, el dueño se guarda todo, no invierte en el mantenimiento, ni en la tripulación y guías (que son la verdadera mina de oro del negocio), por lo que sin lugar a dudas no lo recomiendo, ni lo volvería a hacer.
Leticia Perdoménico